En la repostería, pequeños trucos marcan una gran diferencia. Uno de los más populares es mezclar bicarbonato de sodio con azúcar impalpable, una técnica sencilla que funciona como sustituto casero del polvo de hornear y logra bizcochuelos, galletitas y budines mucho más esponjosos.
¿Por qué funciona esta mezcla?
El secreto está en la química de los ingredientes:
- Bicarbonato de sodio: es un leudante natural que ayuda a que las masas suban. Sin embargo, necesita un ácido (como jugo de limón, vinagre o yogur) para activarse.
- Azúcar impalpable: suaviza el sabor fuerte del bicarbonato y mejora la textura de la miga, dejando un resultado más tierno y aireado.
Cuando se combinan, ambos imitan a la perfección el efecto del polvo de hornear comercial.
Cómo preparar la mezcla casera
Hacer tu propio “polvo de hornear” casero es fácil y económico:
- Colocá 1 parte de bicarbonato de sodio en un bowl.
- Sumale 2 partes de azúcar impalpable.
- Mezclá bien hasta obtener un polvo homogéneo.
- Usalo en la misma proporción que la receta indica para el polvo de hornear.
✅ De esta manera, podrás seguir cocinando incluso si te quedaste sin polvo de hornear.
En qué recetas da mejores resultados
Esta mezcla funciona especialmente bien en:
El resultado: preparaciones más suaves, con volumen y un sabor equilibrado.
Beneficios de usar bicarbonato y azúcar impalpable
- Es una alternativa económica al polvo de hornear.
- Usa ingredientes que normalmente ya tenés en tu cocina.
- Mejora la textura y suaviza los sabores fuertes del bicarbonato puro.
