
En la pastelería, algunas combinaciones simples pueden transformar por completo el resultado de tus recetas. Una de ellas es la mezcla de levadura con bicarbonato de sodio, un truco poco conocido que ayuda a que las masas levanten mejor, tengan menos acidez y logren una textura más aireada.
¿Para qué sirve la combinación de levadura y bicarbonato?
Aunque a simple vista ambos ingredientes parecen cumplir la misma función, juntos ofrecen beneficios únicos:
- Levado más rápido: El bicarbonato impulsa la masa mientras la levadura empieza su acción.
- Menos acidez: Neutraliza sabores ácidos en masas fermentadas, logrando un sabor más equilibrado.
- Textura más aireada: Ideal para panes rápidos, bizcochuelos húmedos o tortas con frutas y yogur, logrando una miga más suave y liviana.
¿En qué recetas se recomienda usar?
Esta técnica es especialmente útil en:
- Panes caseros que no requieren mucho tiempo de levado
- Bizcochuelos con yogur, miel o frutas ácidas
- Recetas con pasas o ingredientes pesados
- Preparaciones sin huevo
Recomendaciones clave
- No excedas el bicarbonato: Una pizca (1/4 de cucharadita) suele ser suficiente.
- Agregalo al final: Actúa rápido, así que incorpóralo justo antes de hornear.
- Evita usarlo en todas las masas: No combines con recetas que ya llevan polvo de hornear o que carecen de ingredientes ácidos.


