¡Bienvenido a tu próximo éxito en la cocina! Hoy aprenderemos a hacer crema pastelera casera, un clásico de la repostería que te hará brillar en cualquier ocasión. Con su textura cremosa y su delicioso sabor a vainilla, esta crema es perfecta para rellenar tartas o disfrutar sola. ¡Sigue esta receta y sorprende a tus seres queridos!
Ingredientes
Para preparar unos 550 g de crema pastelera, necesitarás:
- 1/2 vaina de vainilla
- 400 ml de leche
- 3 yemas de huevo
- 35 g de harina fina de maíz (también conocida como maicena)
- 75 g de azúcar
Pasos
Abre la vaina de vainilla: Corta la vaina de vainilla por la mitad y raspa las semillas con un cuchillo.
Infusiona la leche: En un cazo, calienta la leche junto con las semillas de vainilla y las vainas. Cuando hierva, retira del fuego y quita las vainas. ¡No las tires! Puedes reutilizarlas.
Prepara las yemas: En un bol, bate las yemas de huevo con la maicena y el azúcar con unas varillas hasta que se forme una mezcla cremosa y de color amarillo.
Combina todo: Agrega la leche infusionada a la mezcla de yemas, batiendo continuamente.
Cocina la mezcla: Vierte todo en el cazo nuevamente y cocina a fuego lento. Remueve constantemente con las varillas para evitar grumos.
Espesa la crema: Cuando la mezcla espese y se formen surcos al pasar las varillas, retira del fuego.
Enfría la crema: Pásala a un recipiente y cúbrela con papel film, pegándolo a la superficie para evitar costras.
- Refrigera: Deja enfriar y guarda en la nevera hasta su uso.
Tiempo total
25 minutos + tiempo de enfriado.
Dificultad
Fácil.
Porciones
Rinde aproximadamente 550 g.
¡Listo! Ya tienes una crema pastelera deliciosa para tus postres. Recuerda, esta receta es infalible; al seguir estos pasos, ¡no habrá forma de que te falle! La textura y el sabor son incomparables con cualquier versión industrial.
Si quieres experimentar, prueba aromatizar con cáscaras de naranja o limón, o incluso unas ramitas de canela. Esta crema va de maravilla con tartas de manzana o simplemente como un lujo en sí misma.
Consejo: No dejes de remover la crema al cocinarla y manten siempre el fuego suave. Si accidentalmente se forman grumos, puedes colarla y ¡listo!
Espero que disfrutes de esta receta y que cada cucharada te haga sonreír. ¡Feliz repostería!



