
Si eres fan de las tartas con frutos secos, esta tarta de nueces y almendras te va a conquistar desde el primer bocado. Es crujiente, dulce en su punto justo y con esa combinación irresistible entre la miel, las nueces y las almendras tostadas.
Lo mejor de todo es que no necesitas ser un pastelero profesional: con un poco de paciencia y buenos ingredientes, te quedará espectacular. Además, es perfecta para acompañar con un café, un té calentito o incluso con una bola de helado de vainilla (sí, vas a quedar como un rey o reina en la mesa 🤴👸).
Ingredientes
Para la base:
- 3 tazas de harina de repostería
- 1 taza de azúcar glass
- 7/8 taza de mantequilla
- 1 pizca de sal
- 1 huevo
Para el relleno:
- ¾ taza de almendras troceadas
- ¾ taza de nueces troceadas
- ⅛ taza de miel
- ⅜ taza de mantequilla
Cómo hacer la tarta de nueces y almendras
- Prepara la base:
Tamiza la harina y mézclala con el azúcar glass y la sal. Haz un hueco en el centro y añade la mantequilla en cubos y el huevo. Mezcla hasta formar una masa uniforme. Haz una bola, envuélvela en film y refrigera 30 minutos. - Monta el molde:
Engrasa y enharina un molde para tarta. Estira la masa con rodillo y cubre la base. Pincha con un tenedor y refrigera otros 20 minutos. - Pre-hornea la base:
Lleva al horno precalentado a 180 °C durante 20 minutos. - Prepara el relleno:
Tosta las nueces y almendras en el horno 6 minutos. Luego, en una olla, derrite la mantequilla con la miel, incorpora los frutos secos y cocina 10 minutos. - Arma la tarta:
Vierte la mezcla sobre la base prehorneada y hornea otros 20 minutos hasta que tome un tono dorado y delicioso. - Deja enfriar y disfruta:
Sírvela sola, con helado o con un buen café. ¡Éxito asegurado!
Consejos para que te quede perfecta
- Usa frutos secos frescos, ya que los rancios arruinan todo el sabor.
- Puedes sustituir parte de la miel por sirope de arce para darle un toque diferente.
- Si quieres un plus de crocante, agrega unas semillas de sésamo al relleno.
Preguntas frecuentes sobre la tarta de nueces y almendras
¡Claro que sí! Si quieres ahorrar tiempo, puedes usar masa quebrada comprada en el súper y quedará igual de rica.
Se conserva bien hasta 4 días en un recipiente hermético a temperatura ambiente, o 1 semana en la nevera.
Sí, puedes congelarla ya horneada y envuelta en film. Para consumirla, déjala descongelar y caliéntala un poco en el horno.